¡Hola a todos nuevamente!
Como ya debéis saber mi nombre es Carme y esta vez he venido a contaros acerca de algo de lo cual estamos muy orgullosos los vecinos de Gràcia. Se trata del particular Teatreneu y el insuperable Cine Verdi. Estos lugares son desde hace años espacios de encuentro entre amigos y habitantes del barrio y también una fuente de interminable diversión cultural. ¡Venid a conocerlos!
Como ya debéis saber mi nombre es Carme y esta vez he venido a contaros acerca de algo de lo cual estamos muy orgullosos los vecinos de Gràcia. Se trata del particular Teatreneu y el insuperable Cine Verdi. Estos lugares son desde hace años espacios de encuentro entre amigos y habitantes del barrio y también una fuente de interminable diversión cultural. ¡Venid a conocerlos!
Teatreneu
Recuerdo cuando el Teatreneu llegó a Gràcia. Fue hace más de 20 años y en un comienzo era un teatro común y corriente que poco a poco nos fue cautivando a todos. Pero fue tras su reforma, hace 13 años, cuando realmente adquirió el valor que le damos los graciencs y se convirtió en uno de los más populares de Barcelona. No solo hubo un aumento en el número de salas, que hoy son tres, sino que hubo un cambio en cuanto a la programación. Ya no solo disfruto de obras de teatro sino que también puedo ver espectáculos como música, danza, improvisación, humor, magia y shows dedicados especialmente para la familia.
Pero lo más destacable y lo que más me gusta de él es su compromiso por la cultura y el arte. Aquí cada semana me reúno con los vecinos para disfrutar de los mejores montajes que se pueden encontrar, pero también soy testigo de los inicios de varios actores y artistas. Es que el Teatreneu busca la democratización de los contenidos y es un espacio que busca difundir la cultura, de esta forma podemos ver surgir a nuevos artistas. Lo mejor de todo es que está abierto todos los días de la semana y durante todo el año, así que puedo disfrutarlo siempre.
Recuerdo cuando el Teatreneu llegó a Gràcia. Fue hace más de 20 años y en un comienzo era un teatro común y corriente que poco a poco nos fue cautivando a todos. Pero fue tras su reforma, hace 13 años, cuando realmente adquirió el valor que le damos los graciencs y se convirtió en uno de los más populares de Barcelona. No solo hubo un aumento en el número de salas, que hoy son tres, sino que hubo un cambio en cuanto a la programación. Ya no solo disfruto de obras de teatro sino que también puedo ver espectáculos como música, danza, improvisación, humor, magia y shows dedicados especialmente para la familia.
Pero lo más destacable y lo que más me gusta de él es su compromiso por la cultura y el arte. Aquí cada semana me reúno con los vecinos para disfrutar de los mejores montajes que se pueden encontrar, pero también soy testigo de los inicios de varios actores y artistas. Es que el Teatreneu busca la democratización de los contenidos y es un espacio que busca difundir la cultura, de esta forma podemos ver surgir a nuevos artistas. Lo mejor de todo es que está abierto todos los días de la semana y durante todo el año, así que puedo disfrutarlo siempre.
Tras las funciones si entra el hambre o bien queréis comentar el espectáculo acompañados de una cerveza, en el mismo edificio hay un restaurante y un bar. Es un lugar agradable que se especializa en tapas y parrilla, pero en el que también se ofrecen muchos tipos de cócteles. Un buen espacio para pasar momentos de diversión en un ambiente cultural.
Cines Verdi
Los graciens amamos la buena distracción y para ello tenemos los Cines Verdi, un referente en el ámbito cultural de Barcelona pero sobre todo son un icono de nuestro barrio.
Cuando era muy pequeña mis padres me contaban que en 1893, en el actual edificio del Cine Verdi, se instaló una sala de teatro llamado Teatro Moratín y fue una iniciativa de la Sociedad de Fomento para la protección de Gracia. En los años 30, el lugar cambió su uso y se convirtió en un cine de barrio en donde se mostraban todo tipo de películas, llamándose primero Ateneo, luego Trevol y finalmente, después de la Guerra Civil recibió el nombre de Gran Salón Verdi.
El año 1987, Enric Pérez compró el espacio y lo convirtió en el sitio ideal para exhibir películas de autor y obras originales. Esto le entregó un sello distintivo que lo diferencia de otros cines ya que no eran las películas de moda y las entregas hoollywodenses las que se encontraban en cartelera, sino que apostaba, y lo sigue haciendo, por películas independientes que son siempre exhibidas en su lengua de origen. ¡Qué deleite disfrutar de una buena opción cinematográfica!
Como nota curiosa debo deciros que los graciens sufrimos un poco a principios del 2015 cuando los cines pudieron ver coartada su historia de 27 años (desde que está en manos de Pérez) debido a un conflicto con privados que pretendían adquirir la propiedad de la calle Verdi para convertir el lugar en un supermercado. ¡Menos mal que todo quedó en un susto!
Los graciens amamos la buena distracción y para ello tenemos los Cines Verdi, un referente en el ámbito cultural de Barcelona pero sobre todo son un icono de nuestro barrio.
Cuando era muy pequeña mis padres me contaban que en 1893, en el actual edificio del Cine Verdi, se instaló una sala de teatro llamado Teatro Moratín y fue una iniciativa de la Sociedad de Fomento para la protección de Gracia. En los años 30, el lugar cambió su uso y se convirtió en un cine de barrio en donde se mostraban todo tipo de películas, llamándose primero Ateneo, luego Trevol y finalmente, después de la Guerra Civil recibió el nombre de Gran Salón Verdi.
El año 1987, Enric Pérez compró el espacio y lo convirtió en el sitio ideal para exhibir películas de autor y obras originales. Esto le entregó un sello distintivo que lo diferencia de otros cines ya que no eran las películas de moda y las entregas hoollywodenses las que se encontraban en cartelera, sino que apostaba, y lo sigue haciendo, por películas independientes que son siempre exhibidas en su lengua de origen. ¡Qué deleite disfrutar de una buena opción cinematográfica!
Como nota curiosa debo deciros que los graciens sufrimos un poco a principios del 2015 cuando los cines pudieron ver coartada su historia de 27 años (desde que está en manos de Pérez) debido a un conflicto con privados que pretendían adquirir la propiedad de la calle Verdi para convertir el lugar en un supermercado. ¡Menos mal que todo quedó en un susto!