El oído - Canal de Tortuguero (Costa Rica)Son las cinco de la mañana y Tortuguero despierta al son de los gritos de los monos aulladores. Estos primates tropicales, con ligero complejo de despertador, son los encargados de anunciar el inicio del día. Resulta paradójico que estos animales insten a que todo el mundo se ponga en pie en un entorno en el que el tiempo es lo último que importa. Costa Rica brilla por la riqueza de sus sonidos procedentes de su fauna, desde el cantar de los tucanes, hasta el croar de sus ranas, pasando por el correteo continuo de los diferentes reptiles saltando de una planta a otra. Pura vida. |
La vista - Oasis Morón en Pisco (Perú)Situado al sur de Lima, este paraíso natural es visualmente muy atractivo. Tres gamas de colores destacan sobre las demás: los azules de la laguna, los verdes de la vegetación y los marrones asociados al amplio desierto. Si bien acceder hasta el lugar no es tarea fácil, su visita no tiene desperdicio. En un entorno de relajación absoluta, las formas de las dunas y la tranquilidad de sus aguas se entremezclan creando reflejos que, en ocasiones, confunden nuestra mirada y distorsionan la propia realidad. |
El tacto - Aldea Indígenas Emberá (Panamá)La calidez de la gente, el contacto físico, el tú a tú, la cercanía. Para conocer otras culturas es necesario crear vínculos de proximidad, interactuar con "el otro". Los indígenas Emberá del Parque Nacional del río Chagres destacan por su amabilidad a la hora de tratar a los "desconocidos" que pueblan sus tierras. Sus ostentosos recibimientos hacen que se ganen la confianza del visitante rápidamente. Sin embargo, la sombra del turismo acecha cada vez más haciendo que, lo que antes era un trato familiar donde dos culturas se encontraban, se convierta en una atracción donde el negocio es lo que prima. |
El olfato - Ojos Indígenas (Rep. Dominicana)En el parque ecológico Ojos Indígenas de Punta Cana la naturaleza se alza en su máximo esplendor. El olor a humedad, a vegetación, a vida, está patente a lo largo y ancho de este área protegida. Es un auténtico placer poder nadar en tres de las doce lagunas de agua fresca de las que dispone este emplazamiento en un ambiente tan relajado. En un entorno idílico en el que desconectar del mundo, y al margen de los resorts "todoincluido" por los que se caracteriza esta zona del país, esta reserva se configura como un espacio repleto de bosques subtropicales en los que respirar aire puro es requisito indispensable. |
El gusto - Las Mañanitas de Cuernavaca (México)En la ciudad mexicana de Cuernavaca se encuentra un espacio único llamado "Las Mañanitas". En él se puede degustar comida típica mexicana en mitad de unos bonitos jardines donde los pavos reales y loros son dueños del lugar. Para algunos una exquisitez, para otros un desafío para el estómago. A título personal solo puedo hacer referencia a los escamoles (larvas de hormigas) y gusanos fritos. Si bien no fueron santo de mi devoción, la curiosidad por descubrir diferentes sabores de todo el mundo pudo conmigo. |