El Festival de Cine de Montaña de los Pirineos 2015, inicia su programación de actividades culturales con la exposición "Y continúo viendo sus caras. Fotografías de judíos polacos", en los pasillos del claustro renacentista del Parador de Turismo La Seu d'Urgell.
La inauguración de esta galería fotográfica fue presidida por Albert Galindo, Técnico de Cultura del Ayuntamiento de La Seu d'Urgell y miembro del PICURT, Meritxell Marcos, directora de El Parador y Montserrat Guiu, Directora de PICURT.
A su novena edición, el Festival cuenta con la presencia del primer país invitado, Polonia, cuyo punto de unión con España se evidencia histórica y geográficamente al atestiguar durante la II Guerra Mundial el paso de refugiados polacos a través de la franja pirenaica salvando así muchas vidas. Razón por la cual la programación de las actividades está integrada por manifestaciones culturales de dicho país con exposiciones, conferencias, folklore y artesanía.
A través de un recorrido fotográfico se promueve la construcción de una filosofía de pertenencia y cultura de montaña. Esta galería busca constituirse como un eje de comprensión y memoria a los recuerdos de familias enteras de judíos que habían residido en Polonia desde el siglo XIX hasta el Holocausto de la II Guerra Mundial y que formó parte en 1994, de la Fundación Shalom de Varsovia como iniciativa y concienciación a la población, por rescatar las historias perdidas de un pueblo que se había olvidado parcialmente pero que existía aún en registros fotográficos familiares y que debía ser compartido al mundo entero. Para sorpresa de los propios organizadores, recibieron más de ocho mil instantáneas que retratan la vida cotidiana, a la gente sencilla, a los olvidados. De manera que fue la propia gentileza de los donantes que salvaron una fotografía, los que salvaron la memoria de un pueblo entero. Por ello, "no solo son justos los que han salvado como mínimo una vida. También merecen este calificativo a los que contribuyen a preservar la memoria”.
En tanto Meritxell Marcos, directora del Parador, externa la invitación al público en general para acercarse a las instalaciones, no solo para conocer los servicios de hotel, restaurant y actualmente como sala de exposición fotográfica, sino también para participar “compartiendo lo que se aprende durante los años”, y recordando la fecha límite de exposición al 21 de julio.
A su novena edición, el Festival cuenta con la presencia del primer país invitado, Polonia, cuyo punto de unión con España se evidencia histórica y geográficamente al atestiguar durante la II Guerra Mundial el paso de refugiados polacos a través de la franja pirenaica salvando así muchas vidas. Razón por la cual la programación de las actividades está integrada por manifestaciones culturales de dicho país con exposiciones, conferencias, folklore y artesanía.
A través de un recorrido fotográfico se promueve la construcción de una filosofía de pertenencia y cultura de montaña. Esta galería busca constituirse como un eje de comprensión y memoria a los recuerdos de familias enteras de judíos que habían residido en Polonia desde el siglo XIX hasta el Holocausto de la II Guerra Mundial y que formó parte en 1994, de la Fundación Shalom de Varsovia como iniciativa y concienciación a la población, por rescatar las historias perdidas de un pueblo que se había olvidado parcialmente pero que existía aún en registros fotográficos familiares y que debía ser compartido al mundo entero. Para sorpresa de los propios organizadores, recibieron más de ocho mil instantáneas que retratan la vida cotidiana, a la gente sencilla, a los olvidados. De manera que fue la propia gentileza de los donantes que salvaron una fotografía, los que salvaron la memoria de un pueblo entero. Por ello, "no solo son justos los que han salvado como mínimo una vida. También merecen este calificativo a los que contribuyen a preservar la memoria”.
En tanto Meritxell Marcos, directora del Parador, externa la invitación al público en general para acercarse a las instalaciones, no solo para conocer los servicios de hotel, restaurant y actualmente como sala de exposición fotográfica, sino también para participar “compartiendo lo que se aprende durante los años”, y recordando la fecha límite de exposición al 21 de julio.