Frida Kahlo, una de las pintoras más influyentes de nuestro siglo, nos da una valiosa lección para vivir la vida y los viajes: no tener miedo. Este fatídico sentimiento nos puede paralizar hasta el punto de no atrevernos a coger las riendas de nuestra vida y disfrutarla como nosotros queremos. Ella usa la pintura para canalizar sus angustias. Cada uno de nosotros debe aprender la manera de canalizar sus miedos.
Personalmente, el elmento que destruye mis miedos es la documentación. Por ejemplo la decisión de viajar sola, conlleva muchos temores propios como infundidos por la sociedad que nos rodea, en particular los familiares. "¿Estás loca? ¡No puedes hacer eso! !Te van a secuestrar!" Y un largo etcétera que nos puede disuadir de nuestra idea. Esto se combate con información sobre mujeres que han viajado solas, leyendo sus libros, véase Viajeras: El manual para preparar tus viajes y lanzarte a descubrir el mundo, asistiendo a conferencias o contactando directamente con ellas.
Frida Kahlo siempre consiguió superar sus miedos haciendo así una oda a la vida. Esto queda reflejado en su celebre frase "Viva la vida".
La vida de la artista sufrió un giro inesperado, cuando tenía 18 años, a raíz de un accidente en 1925. El autobús en el que viajaba chocó contra un tranvía. Este viaje le salió caro ya que se fracturo múltiples partes del cuerpo, entre ellos la columna vertebral, una pierna por once partes y una barra de hierro la atravesó desde la cadera saliendo por la vagina. Lo cual le ocasionó múltiples abortos, siendo plasmados en sus pinturas más crudas e impactantes.
La joven Frida paso años postrada en la cama sin poder levantarse. Pasaba la mayor parte del día sola y fue en este momento cuando descubrió su amor por la pintura. Comenzó a pintar autoretratos de una forma intimista donde reflejaba sus sentimientos más profundos. Ella concibe la pintura como una manera de liberarse de sus angustias, las cuales plasmaba en un lienzo así las dejaba ir.
Cuando pudo volver a caminar, no sin dificultades ya que usó de por vida un corsé, se plantó unos pantalones y se afilió al Partido Comunista de México. Involucrada en este ambiente desarrollo su relación con su futuro marido Diego Rivera, con el cuál volvió a viajar, mudándose a los Estados Unidos. Este paso demuestra su gran fortaleza, ya que a pesar de haber sufrido un accidente durante un viaje que le obligó a pasar más de treinta y una operaciones, nunca dejo de viajar.
Frida Kahlo siempre consiguió superar sus miedos haciendo así una oda a la vida. Esto queda reflejado en su celebre frase "Viva la vida".
La vida de la artista sufrió un giro inesperado, cuando tenía 18 años, a raíz de un accidente en 1925. El autobús en el que viajaba chocó contra un tranvía. Este viaje le salió caro ya que se fracturo múltiples partes del cuerpo, entre ellos la columna vertebral, una pierna por once partes y una barra de hierro la atravesó desde la cadera saliendo por la vagina. Lo cual le ocasionó múltiples abortos, siendo plasmados en sus pinturas más crudas e impactantes.
La joven Frida paso años postrada en la cama sin poder levantarse. Pasaba la mayor parte del día sola y fue en este momento cuando descubrió su amor por la pintura. Comenzó a pintar autoretratos de una forma intimista donde reflejaba sus sentimientos más profundos. Ella concibe la pintura como una manera de liberarse de sus angustias, las cuales plasmaba en un lienzo así las dejaba ir.
Cuando pudo volver a caminar, no sin dificultades ya que usó de por vida un corsé, se plantó unos pantalones y se afilió al Partido Comunista de México. Involucrada en este ambiente desarrollo su relación con su futuro marido Diego Rivera, con el cuál volvió a viajar, mudándose a los Estados Unidos. Este paso demuestra su gran fortaleza, ya que a pesar de haber sufrido un accidente durante un viaje que le obligó a pasar más de treinta y una operaciones, nunca dejo de viajar.
La superación de este miedo tuvo un gran impacto en la vida de la artista, ya que su primera exposición en solitario se realizó en Nueva York en el año 1938. Para su realización contó con el apoyo indispensable de André Breton, quién le abrió las puertas del mundo artístico a nivel profesional pero que a su vez la intentó convencer de que su obra era surrealista. Por el contrario Frida Kahlo demostró su espíritu libre afirmando "nunca pinto sueños o pesadillas. Pinto mi propia realidad".
La característica principal de la obra de la artista mexicana es que hace partícipes de su vida privada a las personas que ven su obra. No se avergüenza de plasmar y mostrar de manera pública sus sentimientos. No se reprime, es libre y fluye sin verse presionada por lo que los demás puedan pensar. No siguió una escuela, sino que marcó sus propias reglas.
La artista conservó su fuerte personalidad hasta la última etapa de su vida. En el año 1953, uno antes de su muerte, se realizó su primera exposición en solitario en México. Su salud había empeorado hasta el punto de volver a dejarla postrada en la cama. Acorde con su carácter, no quiso perderse la inauguración, por lo que hizo que la trasladaran en camión junto con su cama hasta el lugar de la exposición. Sin importarle el qué dirán y manteniendo su fortaleza hasta el último momento de su vida.
Frida Kahlo se ha convertido en un icono de lucha personal. A pesar de todos los impedimentos ella nunca se rindió y aprovechó al máximo su vida: amando, pintando, y viajando.
La característica principal de la obra de la artista mexicana es que hace partícipes de su vida privada a las personas que ven su obra. No se avergüenza de plasmar y mostrar de manera pública sus sentimientos. No se reprime, es libre y fluye sin verse presionada por lo que los demás puedan pensar. No siguió una escuela, sino que marcó sus propias reglas.
La artista conservó su fuerte personalidad hasta la última etapa de su vida. En el año 1953, uno antes de su muerte, se realizó su primera exposición en solitario en México. Su salud había empeorado hasta el punto de volver a dejarla postrada en la cama. Acorde con su carácter, no quiso perderse la inauguración, por lo que hizo que la trasladaran en camión junto con su cama hasta el lugar de la exposición. Sin importarle el qué dirán y manteniendo su fortaleza hasta el último momento de su vida.
Frida Kahlo se ha convertido en un icono de lucha personal. A pesar de todos los impedimentos ella nunca se rindió y aprovechó al máximo su vida: amando, pintando, y viajando.